Almonacid vive intensamente sus fiestas patronales en honor a la Virgen de la Luz

Almonacid de Zorita. 09 de septiembre de 2022. Almonacid de Zorita vive de nuevo, después de tres años, unos días de fiesta llenos de emoción. Por fin, los almorcileños pueden disfrutar de algunos de los momentos imprescindibles en el calendario local de festejos, que llevaban años sin vivir sin restricciones y en toda su intensidad, como por ejemplo,  el desfile de carrozas, la ofrenda floral a la Virgen de la Luz, o la Misa Mayor en honor a la que es patrona de Almonacid, y le da su nombre a calles, edificios y asociaciones, y que cuenta con la Hermandad Nuestra Señora Virgen de la Luz,  a punto de cumplir 175 años (lo hará en 2023). “La Virgen de la Luz para nuestro pueblo, Almonacid,  es el punto de unión con nuestro pasado, con nuestra historia, con nuestro presente, y es también mirar hacia el futuro, mirarlo desde el amor esperanza y la alegría. Los almorcileños disfrutamos y gozamos de este día, y lo llevamos en el corazón”, afirma Javier García Toledano, cura almorcileño que concelebró ayer las ceremonias religiosas del Día de la Virgen de la Luz con quien es el titular de la parroquia, y abad de la Hermandad, José María Rodrigo.

Tal es la devoción que hay por la Virgen, que desde siempre, la parroquia da facilidades a los almonacileños para que puedan celebrar la eucaristía, convocando la misa en dos y hasta en tres horarios diferentes en años anteriores de pandemia.

Cuenta la leyenda que historia de la Virgen de la Luz en Almonacid se remonta al año 1570, cuando un vecino, Diego García Cantarero, la compró por treinta reales a un turco. La Virgen la tenía escondida en un muladar y cuando fue a entregársela a Diego, no la encontraba, por lo que el almonacileño pensó en tomar represalias. Antes de que lo hiciera, apareció la Virgen en lo alto del muladar, según Diego, radiante. Él se la envió a su hermano, que la puso en la puerta de Bolarque, donde un pajarillo limpiaba las telarañas de una corona de plomo que tenía la imagen. Desde entonces, los almonacileños veneran la imagen primero en la puerta de Bolarque y posteriormente en la ermita actual del Colegio de los Jesuitas, desde el 30 de agosto al 12 de octubre, siendo su día grande el 8 de septiembre.

La Virgen de la Luz goza, este día ocho, de un excepcional y doble acompañamiento musical que se añade al de los fieles. Por un lado, la Rondalla de Almonacid acompaña la Misa Mayor de la mañana. En la Ermita, sus canciones se llenan de sentimiento, poniéndole con ello voz a la emoción de los almorcileños.

En la diana floreada, y en la procesión, es la Banda de Música de Pastrana la que precede a la Virgen de la Luz. Con más de treinta años de antigüedad, es una de las mejores de la provincia. Su repertorio de marchas, en la tarde del día 8 de septiembre, es insustituible en Almonacid.

Igualmente singular y emotiva es la procesión vespertina, que este año ha salido, por fin, sin ninguna restricción. El año pasado, la procesión de la Virgen de la Luz ya hizo su recorrido habitual, pero con algunas limitaciones, puesto que el público debía permanecer en las aceras, al paso de la carroza. Este año, quienes así lo han querido, han podido seguir a la Virgen de la Luz por las calles de la villa alcarreña.

De acuerdo con la costumbre local, la Banda de Música de Pastrana recogía a reina, dama y caballero de fiestas, y posteriormente a la corporación municipal en el Ayuntamiento, para acompañarlos hasta las puertas de la Ermita de la Virgen de la Luz.  

Al salir la Virgen en su carroza, engalanada de flores, sonaba el himno nacional. En primer lugar desfilaron los portadores de las insignias y estandartes de Almonacid y de la Hermandad, seguidos de la Banda de Pastrana, de los hermanos y hermanas, en fila de dos, precediendo a la carroza, con la Virgen iluminada, las autoridades y junta directiva de la Hermandad, que integran el abad de la parroquia, camarera y camarero honoríficos, Rafaela Castuera y Guillermo Pérez, mayordomo, secretario y hermano mayor, que este año es Gabriel Ruiz. La Hermandad tiene en la actualidad 206 hermanos. La costumbre, mantenida hasta el día de hoy, es que los padres o abuelos inscriban a sus hijos o nietos recién nacidos en la Cofradía. Las dos imágenes de la patrona de Almonacid que se guardan en la ermita son réplicas, puesto que la original desapareció en la Guerra Civil.

La procesión siguió el recorrido habitual, saliendo de la Ermita por la calle de Natalio Gumiel Morago, siguiendo por el callejón del Matadero, calle de Luis Fernández de Heredia Rojo, Travesía de la Iglesia y calle Cervantes, para llegar a la Plaza del Coso, calle del Gobernador, y del Conde de Saceda, de vuelta hasta la Ermita. Acompañando a la corporación municipal de Almonacid, encabezada por su alcaldesa, Beatriz Sánchez, estuvieron los alcaldes de Valdeconcha José Antonio De La Fuente, la alcaldesa de Sayatón, Rocío Iniesta,  así como autoridades locales y provinciales en diferentes momentos del día.

La Virgen, iluminada, volvía a componer bellísimas estampas por las calles del pueblo, mientras la Banda de Pastrana acompañaba musicalmente el paso de la imagen con sus perfectamente interpretadas marchas procesionales.

Cuando terminó la procesión, los dos párrocos, José María Rodrigo y Javier García Toledano, animaron a los fieles locales a cantar el himno de la Virgen de la Luz, en el maravilloso colofón de la procesión, que llegaba después de la salve. “Doy las gracias a los almorcileños, a la hermandad y a la rondalla, y, en general a los fieles almorcileños, por la brillantez que han sabido darle a este Día de la Virgen de la Luz que tantas ganas teníamos de volver a vivir en toda su intensidad”, afirma Beatriz Sánchez.

Hoy comienzan los festejos taurinos, con el concurso de recortes. En estos días habrá encierros urbanos y por el campo, y también, el domingo, una gran novillada.

 

 

 

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