Exposición de Enrique Tellado, hasta el 30 de septiembre en El Molino

Almonacid de Zorita. 15 de septiembre de 2022. Hasta el próximo día 30 de septiembre, se puede admirar en el Espacio Cultural El Molino la obra del pintor local, Enrique Tellado.

Con 72 años, en plena forma, Enrique lleva pintando desde que tiene uso de razón. Siendo un niño, de ocho años, ya se recuerda dibujando lo que le llamaba la atención. “Tuve una profesora de dibujo, una monja, sor Ángeles, que dirigió mis primeros pasos en el dibujo y reforzó mi vocación hacia la pintura”, cuenta el pintor.

Esa vocación fue creciendo en el artista de manera que, siendo aún un chaval, visitaba el Museo del Prado, para admirar las obras, pero también para tomar buena nota de cómo trabajaban los copistas. “Con eso, compensaba entonces mi falta de conocimientos pictóricos. Les hacía preguntas indiscretas, molestando incluso, para ponerme al día”, cuenta divertido.

Así, cuando estaba haciendo el servicio militar, empezó a hacer copias de cuadros de pintores famosos, “de Miguel Ángel o de Leonardo, que vendía a los amiguetes”. Con aquel dinerillo, reponía los materiales. Enrique es “autodidacta hasta cierto punto”. Con el tiempo, ha asistido a clases de pintura con diferentes maestros y en diferentes lugares.

A lo largo de su trayectoria pictórica ha pintado cuadros de todos los estilos e igualmente con una gran variedad de técnicas. “Pinto paisajes, bodegones, retratos, marinas… Me gusta pintar de todo, con todos los estilos y con todas las técnicas: acuarela, óleo, pastel… Cualquier tipo de pintura me sirve para expresarme”, dice el autor.

Sin embargo, admirando su obra, lo suyo es el realismo figurativo e incluso el hiperrealismo. “Siempre he querido llegar ahí, a ese nivel de detalle. Hay otras clases de pintura, muchas, tantas como artistas, pintura extraña, que he llegado a realizar, pero no me llena, incluso aunque me la hayan comprado”, dice.

Tellado acumula una larga trayectoria pictórica, en la que no faltan los premios, el último, un tercero en el certamen de pintura rápida de Almonacid recién celebrado. Son muchos ayuntamientos de la provincia de Guadalajara los que tiene obra suya, después de haber participado y logrado alguna distinción en los concursos provinciales, e incluso cuenta con dos premios del público en el Concurso de Pintura Rápida Retiro de Madrid. “Y aquí sigo, presentándome todavía a diferentes concursos de pintura rápida que es de lo que nos nutrimos alguno para comprar materiales, si de vez en cuando vamos ganando alguna cosita”, explica.

A pesar de todos los premios y reconocimientos que acumula, Enrique no ha vivido sólo de la pintura. “Suelo decir que he trabajado para comer, y he pintado para pasar hambre. Pintar cuesta un dinero que no recuperas, a no ser que tengas un mecenas que te mantenga, y no es el caso. La pintura profesional tiene un componente de relaciones públicas que no va conmigo. Te tienes que dedicar en cuerpo y alma… es un mundo aparte”, asegura.

Su relación con Almonacid de Zorita comenzó en 1967, cuando llegó a La Alcarria para trabajar en la construcción de la nuclear. Hoy, casado con una almorcileña,  “las cosas de Almonacid, las siento tanto como los almorcileños; la historia última del pueblo, la he vivido en primera persona”, asegura.

Por eso, desde hace años, contribuye con su arte y sus relaciones para favorecer la cultura en la localidad, invitando a exponer a otros compañeros, exponiendo él mismo, apoyando la organización de certámenes y concursos, o cediendo obra para colectivas. Por eso, el Ayuntamiento de Almonacid reconocía su trayectoria, en este caso vital, hace unos meses, entregándole una placa conmemorativa.

La muestra que presenta ahora en Almonacid la componen 39 cuadros de todos los estilos, pero, como no podía ser de otra manera,  con multitud de referencias a Almonacid. “Es una selección del todo que tengo, de mi trayectoria. He cogido parte de aquí, del pueblo, del extranjero, y lo que he pretendido mostrar es una exposición variada, que el espectador salte de un tema al otro, y se recree”, termina Tellado.

El horario de exposición es el habitual del Espacio Cultural El MOlino: los viernes, de 16 a 20 horas, sábados, de 10 a 14 horas y de 16 a 20 horas, y domingos, de 10 a 14 horas.

 

 

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